La contabilidad general implica el análisis desde distintos
sectores de todas las variables que inciden en este campo. Para esto es
necesidad llevar a cabo un registro sistemático y cronológico de las
operaciones financieras.
La contabilidad general de una empresa, por lo tanto, implica
el control de todas sus operaciones diarias: compra, venta, gastos,
inversiones, etc. El contador debe registrar, analizar, clasificar y resumir
dichas operaciones para volcarlas en un estado o balance con información veraz.
Existen distintas fases especializadas que forman parte de la
contabilidad general; veamos cada una de ellas en detalle, a continuación:
* la de costos se dedica a la clasificar y recopilar
información de los costos corrientes y en perspectiva;
* la fiscal, por su parte, está fundamentada en la
legislación impositiva de cada país. El contador debe encargarse de elaborar
los informes pertinentes para la presentación de declaraciones ante la
Administración Pública y para el pago de los impuestos;
* la financiera es la fase que se centra en la información
cuantitativa de las transacciones y de otros eventos económicos que son
susceptibles de cuantificación;
* la administrativa, por último, está vinculada a la
elaboración de informes internos. La información es analizada por los propios
responsables de la organización, quienes tomarán decisiones de gestión en base
a los datos aportados. Las políticas de una empresa suelen basarse en estos
informes de la contabilidad administrativa.
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